Padres Ejemplares!, Hijos Estables.!
El mejor ejemplo que le podemos dar a nuestros hijos y a aquellos que nos rodean es el de querer ser como nuestro Padre Celestial.
Hubo un hombre cuyo hijo nació, llegando a este mundo de una manera normal…
Pero el hombre no pudo estar en ese momento porque tenía que viajar, tenía tantos compromisos.
Pero el hombre no pudo estar en ese momento porque tenía que viajar, tenía tantos compromisos.
Su hijo aprendió a comer y cuando menos lo esperaba, comenzó a hablar!. Pero el padre no estaba, porque estaba muy ocupado con su trabajo.
El hijo a medida que crecía decía: ¡Papá algún día yo seré como tú!
¿Cuándo regresas a casa papá?
Y el padre contestaba: No lo sé, pero cuando regrese jugaremos juntos, ya lo verás.
¿Cuándo regresas a casa papá?
Y el padre contestaba: No lo sé, pero cuando regrese jugaremos juntos, ya lo verás.
El hijo cumplió diez años y le dijo al padre:
¡Gracias por la pelota papá! ¿Quieres jugar conmigo?
El padre contestó: hoy no hijo, tengo mucho que hacer. El hijo respondió: Está bien papá, otro día será. Se fue sonriendo. Pero siempre en sus labios estaban las palabras yo quiero ser como tú.
¡Gracias por la pelota papá! ¿Quieres jugar conmigo?
El padre contestó: hoy no hijo, tengo mucho que hacer. El hijo respondió: Está bien papá, otro día será. Se fue sonriendo. Pero siempre en sus labios estaban las palabras yo quiero ser como tú.
Un día el hijo egresó de la universidad, se graduó. El padre le dijo: Hijo estoy orgulloso de ti, siéntate y hablemos un poco.
El hijo respondió: Hoy no papá, tengo compromisos, por favor préstame el auto para visitar algunos amigos.
El hijo respondió: Hoy no papá, tengo compromisos, por favor préstame el auto para visitar algunos amigos.
El padre se jubiló y su hijo vive en otro lugar; entonces el padre lo llamó por teléfono:
¡hola hijo quiero verte!, le dijo.
El hijo contestó: Me encantaría padre, pero es que no tengo tiempo,
tu sabes, mi trabajo, los niños, ¡pero gracias por llamar, fue increíble oír tu voz!
El hijo contestó: Me encantaría padre, pero es que no tengo tiempo,
tu sabes, mi trabajo, los niños, ¡pero gracias por llamar, fue increíble oír tu voz!
Al colgar el teléfono el padre se dio cuenta que el hijo ERA IGUAL A EL.
El mejor ejemplo que le podemos dar a nuestros hijos y a aquellos que nos rodean es el de querer ser como nuestro Padre Celestial.
Si logramos imitarle a EL nuestra vida será de ejemplo y a traves de ella diremos mas que mil palabras.
Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 1 Corintios 11:1.
Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios; Efesios 5:15.
Les dijo también: Mirad lo que oís: con la medida que medís, os medirán otros, y será añadido á vosotros los que oís. Marcos 4:24.
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce á él. 1 Juan 3:1.
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