El Rapto (Por Guillermo Hinojosa)

3:52 a.m. Unknown 0 Comments




Diez razones bíblicas por las cuales creemos en el inminente rapto de la Iglesia antes de la Tribulación:
Nuestra Bendita Esperanza
La gran mayoría de cristianos que basan su fe en las Sagradas Escrituras, comparten la bendita esperanza de la inminente venida de Jesucristo para llevarse a su Iglesia (Rapto o Arrebatamiento).
Este evento vendrá antes de la Tribulación que durará 7 años, y por lo menos 7 años antes de la segunda venida de Jesucristo y el milenio.
Pero lamentablemente, mientras que la mayoría de creyentes comparten esta esperanza que llamamos el Rapto de la Iglesia, existe una pequeña minoría que enseña que el rapto ocurrirá después y no antes de la Gran Tribulación; y todavía otro grupo más pequeño que cree que el Rapto vendrá durante la Gran Tribulación.
Vemos entonces que la confusión no es la certidumbre del Rapto, sino cuál será el momento de su realización.
Por medio de las sagradas escrituras, proponemos demostrar las razones por las cuales creemos en el Rapto antes de la Gran Tribulación.
1. Jesús enseñó que la Iglesia escaparía la Tribulación.  En el capítulo 21 de Lucas, Jesús revela el juicio severo que ocurrirá en la tierra durante la Gran Tribulación.  Después de describir estos eventos, el Señor concluyó con una advertencia a su Iglesia: “Velad, pues, en todo tiempo, orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar de pie delante del Hijo del Hombre”
Lucas 21:36 ¿Cuáles son las “cosas” de que la Iglesia escapará?  Son  todos los juicios que se enumeran en la porción anterior del capítulo.
2. La Iglesia será llevada con Cristo antes de que se revele el Anticristo. 2 Tesalonicenses 2:6-8 nos informa que antes de la  revelación del Anticristo, la fuerza que lo detiene tendrá que ser “quitada de en medio”.  Esta fuerza viene a ser el Poder del Espíritu Santo que se manifiesta por medio de la Iglesia todavía presente sobre la tierra.
Un ejemplo bíblico que nos ayudará a entender esto de una mejor manera, es el de Lot.  Él vivía una vida de reverencia a Dios en una ciudad pecaminosa  2 Pedro 2:6-8.
Según Génesis 19:22-25, Lot fue la única razón por la cual Dios no destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra inmediatamente.
Se ve claramente en el versículo 22 que Dios rehusó derramar su juicio sobre estas ciudades hasta que Lot fuera “quitado de en medio”.
Referente a la Tribulación, Cristo dijo: “Asimismo como sucedió en los días de Lot,… Así será en que el Hijo del Hombre se manifieste”
Lucas 17:28-30.
Sin duda, la Iglesia debe ser llevada de la tierra antes de que descienda la ira de Dios.
3. La Iglesia no fue destinada para ira.  La palabra “ira” se utiliza para describir las condiciones del período de la Gran Tribulación unas 13 veces.  En el libro de Apocalipsis 6:16 se le define como “la ira del cordero”.
Esa ira está destinada a caer sobre los incrédulos de Israel y las otras naciones, no sobre la Iglesia.
1 Tesalonicenses 5:9 nos dice claramente: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Además nos dicen las escrituras que Cristo “nos libra de la ira venidera” 1 Tesalonicenses 1:10 y que “por él seremos salvos de la ira” Romanos 5:9.
4. El libro de Apocalipsis enseña que el Rapto vendrá antes de la Gran Tribulación.  En este libro se encuentra la palabra “Iglesia” veinte veces.  19 veces en los tres primeros capítulos y 1 vez en el último capítulo.  Este detalle llega a ser importante cuando vemos que las profecías sobre los siete años de la Gran Tribulación comienzan en el capítulo 4 y terminan con los eventos de la segunda venida de Cristo en el capítulo 19.  Esto indica que los capítulos 4 al 19 se refieren solamente a la nación de Israel y no a la Iglesia.
En Apocalipsis 4:1,2 encontramos ciertos símbolos que son clara sugerencia del Rapto de la Iglesia, símbolos como: la “trompeta”, la “voz”, y la experiencia espiritual de Juan que se asemeja bastante a lo que encontramos en 1 Tesalonicenses 4:16-18.
5. La Gran Tribulación es para el pueblo de Israel, no para la Iglesia. En los siete años de la profética “semana” en que Dios cumplirá con su propósito para con Israel antes de establecer su Reino en la Tierra Daniel 9:24-27, Dios tratará exclusivamente con el pueblo de Israel.
La última “semana” es, porsupuesto, el período de la Gran Tribulación.
6. La Gran Tribulación es “tiempo de angustia para Jacob” Jeremías 30:7.  No es tiempo de angustia para la Iglesia.
7. El Rapto ocurrirá cuando el período de la Gran Tribulación comience Lucas 21:28 y no después que haya pasado. Romanos 8:23 describe el Rapto como la “redención de nuestros cuerpos”.
8. En sus escritos, Pablo no se preocupa de la Gran Tribulación. Las Escrituras de Pablo (Romanos a Filemón) se dirigen a las Iglesias gentiles, a las cuales Pablo fue llamado para predicar el evangelio.  En sus epístolas, Pablo ni siquiera menciona el período de la Gran Tribulación.  La razón es simplemente que la Iglesia no se debe preocupar, porque no tomará parte en la Gran Tribulación.
9. La profecía de los Olivos concierne solamente a los judíos.  Este discurso de Cristo (Mt.24; Mr.13; Lc.21) era estrictamente la respuesta a una pregunta judía que tenía que ver con Jerusalén y el templo (ver Mateo.24:3).  Israel debía cuidarse de los engaños de los Mesías Falsos que decían ser Cristo (v.5).  Sólo Israel pudo haber sido engañado por un Falso Mesías, NO la Iglesia.
Nosotros ya tenemos a nuestro Cristo y ningún impostor que se presente nos puede engañar.
El “principio de dolores” (v.8) es el principio de dolores para Israel (v.15-21) no para la Iglesia.
En Mateo 24:15 hay ura referencia clara a la profecía de Daniel concerniente a Israel Daniel 11:31; 12:11  Daniel nunca menciona la Iglesia.
La referencia a Judea en Mateo 24:16 es otra prueba del hecho que esta profecía es para Israel, no para la Iglesia.
Los individuos a los que se refiere esta profecía deben orar para que su huída no sea en invierno ni en día de reposo (v.20) que viene a ser el día sagrado de los judíos, no de la Iglesia.
El último punto que haremos aquí, es que los “escogidos” (v.22) a los que se dirige esta profecía son los de la nación escogida de Israel (ver Isaías 42:1; 45:4; 65:9,22; 1 Pedro 1:2; 2:6).
10. Libertad de la Gran Tribulación fue prometida a la Iglesia.  En Apocalipsis 3:10 a aquellos de la Iglesia que han “guardado la palabra de mi paciencia”, Dios prometió guardar “de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero”.  Esa hora, evidentemente es la Gran tribulación.
La creencia de que la Iglesia será removida de la tierra antes de la Gran Tribulación está de acuerdo con el trato de Dios con su pueblo en los relatos del Antiguo Testamento.  Dios no envió el diluvio sino hasta que Noe y su familia entraron en el arca.  No destruyó Sodoma y Gomorra sino hasta que salieron Lot y su familia.
Cuando uno enseña que la Iglesia pasará por la Gran Tribulación aquí en la tierra, está diciendo que solamente esa generación de cristianos que tiene la mala suerte de vivir en esa época, sufrirá aquí cuando la ira de Dios se manifieste, mientras que las generaciones anteriores se librarán de esto.  ¡Esta situación no parece ser justa!  Pero vemos que las Escrituras nos enseñan que la Iglesia no pasará este juicio.  Si enseñamos de otra manera, estamos ignorando la verdad tan obvia, de que la Iglesia irá a estar con Cristo antes de la Gran Tribulación.
El peligro más grande en la creencia del rapto durante o después de la Gran tribulación, es que roba a la Iglesia la esperanza que tiene en el pronto retorno de Cristo para llevarse a su Iglesia.
Empezamos a buscar señales en vez de Jesús; al Anticristo en vez de Cristo; el juicio en vez de la misericordia; ira en vez de redención.
Perdemos el entusiasmo de vivir vidas santas que esta esperanza produce. Juan 3:3
Roba a la Iglesia del “aliento” 1 Ts.4:18 y “esperanza” Tito 2:13 que la pronta venida de Cristo produce en los muchos que hemos vivido firmemente en la fe del inminente regreso de Cristo para llevarse a su Iglesia.  Nosotros esperamos al Señor Jesucristo y NO al Anticristo.
Fil. 3:20
“ Ven Señor Jesús, amén ”
Ap 22:20

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