Es mejor escuchar más y hablar menos
¡OJO!
No, no se trata de prestar tu oídos al chisme ni a la murmuración.
Puede resultar gracioso esta frase:
“Tenemos dos oídos y una boca, para que escuchemos mas de lo que hablamos”, y
aunque parezca chistoso encierra una gran verdad.
Salomón fue muy sabio cuando escribió
en Eclesiastés 3:7 ”
hay tiempo de callar, y tiempo de hablar”.
Saber cuando guardar silencio refleja
en nosotros la humildad para estar dispuestos a escuchar. existe ademas una
gran diferencia entre escuchar y oír. Oír es solo percibir sonidos, en cambio
cuando realmente escuchamos es cuando prestamos atención.
Escuchar eleva nuestra relación y la
manera en que percibimos lo que el otro siente para así usar las palabras
correctas al dar una respuesta. Proverbios 20:5 es claro: “Aunque el buen consejo esté en
lo profundo del corazón, la persona con entendimiento lo extraerá”. (NTV)
Y aunque parezca imposible, al
escuchar a los demás tambien debemos tener nuestros oídos prestos a escuchar la
voz de nuestro Padre y entender que es lo que nos quiere decir. Un ejemplo de
ello lo dio Jesús mismo cuando pasaba su dedo sobre la tierra mientras los
fariseos querían apedrar a aquella mujer; es más que seguro que mientras
ellos gritaban y juzgaban, Jesús solo escuchaba la voz del Padre…Esto es lo que
diremos a la gente y a la mujer.
Aquellas palabras aun resuenan en el
mundo:
“El
que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra
ella… Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te
condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te
condeno; vete, y no peques más!. Juan 8:1-11
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